lunes, 30 de noviembre de 2009

Pieza 2- Belleza

En el ya célebre prólogo de Los lanzallamas (un texto que tal vez es más conocido que el mismo libro), Roberto Arlt escribió:

“Me atrae ardientemente la belleza. ¡Cuántas veces he deseado trabajar una novela, que como las de Flaubert, se compusiera de panorámicos lienzos…! Mas hoy, entre los ruidos de un edificio social que se desmorona inevitablemente, no es posible pensar en bordados. El estilo requiere tiempo, y si yo escuchara los consejos de mis camaradas, me ocurriría lo que les sucede a algunos de ellos: escribiría un libro cada diez años, para tomarme después unas vacaciones de diez años por haber tardado diez años en escribir cien razonables páginas discretas”.

En este blog hecho a retazos, legítimamente acusado de “un robo de lenguaje” como diría Barthes, encontramos belleza en la palabra.

Por que una palabra vale más que mil imágenes. Vean sino:

Las letras y las palabras pueden ser únicas: ADN.
Pueden ser sobrias: AA.
Pueden contener un contenido mayor: ETC.
Pueden ser un parámetro: IQ.
Pueden tener mucho peso: KG.
Pueden ser alucinantes: LSD.
Pueden ser implacables: RIP.
Pueden ser de gran ayuda: SOS.
Pueden ser explosivas: TNT.
Pueden causar delirio de grandeza: XL.
Y siempre tienen algo más que decirnos: PD.

Leer es crecer.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pieza 1- Abrazos

El film Identidad sustituta (Surrogates) nos presenta un futuro en el que la raza humana prefiere vivir a través de máquinas, con las que pueden interactuar sin riesgo alguno, y tener el aspecto físico que siempre anheló.

En ese tiempo no tan lejano (las ciudades siguen siendo bastante reconocibles), los seres humanos han decidido vivir a través de sus sustitutos, unos robots tan bellos como perfectos.

Así, más del 99 por ciento de la "gente" que transita por la calle no son personas, sino creaciones de una corporación tecnológica que ha alcanzado un poder económico-político casi incontenible.

En medio de una profunda crisis personal y familiar por la muerte de su hijo, el agente del FBI Tom Greer (Bruce Willis) decide abandonar la comodidad de utilizar su sustituto y salir "en persona" a las calles atestadas de robots. Ese re-encuentro con el mundo "real" le generará un cimbronazo emocional.

La relación entre la realidad y sus representaciones cobra múltiples dimensiones con la aparición de las nuevas tecnologías. ¿Qué sustitutos habrá para la palabra? ¿Se decretará definitivamente la muerte de la Galaxia Gutenberg?

Para Paul Virilio sostiene que el saber humano se fundó con el libro y no con la pantalla; con la reflexión, no con el reflejo. Declara que las pantallas se oponen a la memoria y a la persistencia.

En la costa de enfrente, Umberto Eco afirma que la escritura, por más que no se lleve a cabo sobre el soporte del papel, ha vencido sobre la pantalla, ya que éstas están inundadas de palabras y de letras.

Las palabras son invencibles por que conllevan en sí mismas un germen totalmente revolucionario. Con la escritura y la imprenta -ese recurso repetido, repetidor, repetidor al decir de McLuhan- el carácter revulsivo de la palabra se potenció. “Ahora los hombres podían leer en la intimidad, aislados de los otros... podían ahora inspirar y conspirar”, escribe el sociólogo canadiense.

En esta caótica sociedad de consumo, obsesionada por el mero lucimiento corporal y sometida al abuso de las nuevas tecnologías, promovemos desde aquí la perfección de la palabra.

Las artificiales vidas cómodas confrontan ante la incomodidad real de las palabras. Porque las palabras interpelan, indagan y cuestionan. Porque las palabras forman, informan y transforman.

En la vida sin vida que propone la película antes citada, el personaje de Willis le reclama a su esposa un abrazo de verdad.

Espero que las palabras de este blog sean palabras que te abracen a la vida y te abrasen con la vida, para que tu existencia sea más cálida entre los gélidos desencantos cotidianos.

Por eso, queremos darle desde aquí un abrazo a la palabra.
Recordando siempre a Eduardo Galeano, y su pequeña muerte:
“No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele.
Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace”.

Recepción

Este es un blog que busca iluminar con claridad meridiana la importancia de la palabra.

Este es un blog para los que preferimos la palabra antes que las seductoras pseudos realidades que la sociedad posmoderna nos ofrece.

Este es un blog para los que preferimos el aura al euro,  las nueces al ruido, el perro al collar y una mariposa al Rockfeller Center.

A buenas palabras, pocos entendedores.

El futuro es nuestro por prepotencia de palabras.